Medicina Regenerativa como alternativa al quirófano en las lesiones deportivas
El deporte es uno de los grandes hábitos que permite disfrutar de un estilo de vida activo y ayuda a mejorar el estado de salud. Aunque se asume que, en ocasiones, pueda acontecer una lesión, se considera que los beneficios que aporta siempre superan a los inconvenientes.
Sin importar la edad, muchas personas sufren lesiones musculares y articulares debido a las actividades deportivas profesionales o de aficionados, tales como desgarros musculares, lesiones del hombro, codo de tenista, lesiones en la rodilla y de espalda etc.. Esto supone un problema por la discapacidad funcional y el dolor que pueden conllevar.
Hace algunos años, si un deportista sufría una lesión importante en un hueso o músculo, había pocas formas de recuperarse. Si la opción del reposo con medicamentos no daba resultados, entrar al quirófano era el siguiente paso. Hoy en día, la tecnología ha evolucionado y la utilización de técnicas de Medicina Regenerativa gana día a día más adeptos a nivel mundial ya que es capaz de regenerar tejidos que ya están muy dañados.
La medicina convencional para las lesiones y dolor articular y muscular incluye el uso de analgésicos, antiinflamatorios y demás medicamentos, que pueden producir efectos secundarios, tales como gastritis, hemorragia gastrointestinal, toxicidad renal o hematológica y al final no resuelven el problema en cuestión. Por el contrario, las terapias de Medicina Regenerativa ofrecen resultados muy exitosos para el tratamiento de las lesiones deportivas y la degeneración articular como la artrosis y constituyen una nueva alternativa para atletas y personas físicamente activas. Son alternativas seguras y potencialmente eficaces para las lesiones musculo-esqueléticas relacionadas con el deporte.
Debido a muchas razones, a medida que se envejece, el cuerpo no tiene la capacidad natural para sanarse a sí mismo. Después de un traumatismo o lesión, intenta inmediatamente auto-repararse. Sin embargo, la edad ralentiza la capacidad regenerativa de los tejidos. A lo largo de este proceso, habrá dolor, no sólo debido a la propia lesión, sino también debido a la inflamación que se puso en marcha para curar el daño.
La Medicina Regenerativa aborda todas estas preocupaciones. Puede controlar la inflamación (inmunorregulación) y estimular la producción de otras células necesarias para reparar el tejido dañado (cicatrización de heridas), aumenta el flujo sanguíneo de la zona, lo que favorece la capacidad de curación, y por último, puede reemplazar las células dañadas, por lo que alivia el dolor articular y muscular actuando sobre las causas que lo provocan. En los casos de artrosis, estos tratamientos podrían evitar la necesidad de un reemplazo de la articulación.
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